La leña es uno de los principales biocombustibles de las chimeneas y estufas de Hergóm y es que se trata de la fuente de energía más básica, renovable y natural disponible.

La madera es un recurso global abundante, biodegradable y renovable, y puede utilizarse directamente.

La leña es además un combustible CO2 neutral, considerado ecológico y cuya huella de carbono es nula. Los árboles son los grandes concentradores de carbono de la Tierra. A través de la fotosíntesis, los árboles convierten la energía del sol y el CO2 en madera. Cuando la leña arde o se descompone, el carbono que contiene se libera a la atmósfera y es de nuevo y absorbida por los árboles, completando el ciclo. Cuando la leña arde, no se libera más CO2 a la atmósfera de la que liberaría la madera descomponiéndose de forma natural.

Bondades de un combustible que, como ya os recordábamos en nuestra web, este 2023, mantendrá el IVA reducido del 5% y que deberemos elegir sabiamente si queremos sacar el máximo rendimiento a nuestra estufa o chimenea.

 

Tipos de maderas

Por eso, lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de madera que vamos a emplear. La ideal es la madera dura y muy seca porque es la que favorecerá que el fuego se mantenga más tiempo encendido y proporcionará más calor a la estancia.

El mercado encontramos madera de encina, roble, nogal, abedul, fresno, olmo, olivo… todas ellas ideales para conseguir unas brasas duraderas y, en especial, el abedul que aporta un fuego más vivo.

La madera de encina es la más apreciada. Se trata de un combustible duro y muy resistente a la humedad. Arde muy lentamente y es la que cuenta con una mayor potencia calorífica.

En el mercado, también, encontramos maderas blandas como las de pino, abeto, cedro, castaño y algunos frutales. Éstas se caracterizan por prender muy rápido y su corta combustión.

¿Eso quiere decir que no son aptas para una chimenea o estufa? Lo cierto es que no. Solo deberemos elegir el momento adecuado para emplear este tipo de combustibles como, por ejemplo, para ayudar a prender inicialmente otras maderas más duras o cuando queremos tener la chimenea encendida solo por un corto periodo de tiempo.