En Hergóm nos gustan las cocinas de siempre.

Esas en las que cocinamos a fuego lento al calor de la leña.

En nuestra apuesta por la cocina de siempre, tenemos a tu disposición modelos de cocina tanto abiertas como cerradas y, hoy en nuestro blog, te queremos ayudar a elegir la que más se adapte a tu espacio.

La diferencia entre las cocinas abiertas y las cerradas está en que las primeras requieren de una obra previa de albañilería y, después de ésta, adaptaremos nuestra cocina. En segundo término, las cocinas cerradas están creadas para que encajen a la perfección en tu espacio.

Estas últimas se sirven totalmente montadas y de lo único que nos tendremos que preocupar es de conectarla correctamente. Para ello os aconsejamos recurrir a los instaladores profesionales.

 

Nuestra recomendación para instalar una cocina abierta

Si te planteas la instalación de una cocina abierta Hergóm, nuestro consejo es que optes por el ladrillo a la hora de construir su chimenea porque…

  1. La masa de ladrillos y losetas reducen el enfriamiento de los humos en la chimenea.
  2. La característica de los ladrillos de acumular el calor permite mantener la casa caliente más tiempo, después de que el fuego se haya extinguido.
  3. Puede ser construida al gusto particular.
  4. Si está bien construida, puede ser más resistente al fuego que las metálicas.

En los catálogos de cada una de nuestras cocinas abiertas te ofrecemos una serie de datos técnicos que te orientarán de cara a la obra de albañilería, ya que es importante que ésta se adapte al frente de cocina elegido.

Como normas generales, lo primero a tener en cuenta es que en todos los modelos de cocina la encimera se ubicará a 85cms del suelo y las paredes deben construirse de ladrillo refractario.