¿Por qué? Pues por muchas razones objetivas, científicas y económicas, que os explicamos a continuación: La primera es la propia realidad, que nos impone buscar alternativas más económicas e independientes para calentarnos. Estamos en pleno invierno y los precios de la energía (el gas y la electricidad, sobre todo) están alcanzando máximos históricos nunca vistos. El ahorro económico que supone usar aparatos a leña, a pesar de la inversión inicial que conllevan, es sin duda una razón de peso para pensar en cambiar tu sistema de calefacción en el hogar. Además, ante un posible apagón, nuestras estufas, chimeneas y cocinas seguirán calentando y alumbrando tu hogar sin problemas. Al contrario que otras soluciones de calor basadas en energías fósiles, te aseguran una fuente de calor autónoma para la que solo necesitarás nuevos leños de madera.

Normativa Medioambiental

En Hergom nos empeñamos en garantizar que nuestros productos emitan el mínimo nivel de contaminación posible, por el bien de nuestro planeta y de las futuras generaciones. Nuestro departamento de I+D está siempre a la vanguardia en soluciones de ecodiseño de la combustión para cumplir con las estrictas normativas medioambientales en términos de reducción de emisiones de CO2, de NOx (óxidos de nitrógeno) y de partículas finas contaminantes. Y lo hacemos asegurando combustiones múltiples (mediante la aportación de aire en distintas zonas de la cámara de fuego para quemar un porcentaje mucho mayor de las partículas contaminantes presentes en los gases de combustión, antes de que puedan ser liberados a la atmósfera), a través de la adecuada arquitectura interna de nuestras estufas y chimeneas.

Con estas nuevas tecnologías de combustión nuestros productos alcanzan la máxima eficiencia: un alto poder calorífico, con un mínimo consumo de leña y una combustión casi completa, logran un óptimo rendimiento calefactor para tu hogar.

Combustible renovable y circular

La leña es una fuente de energía 100% renovable, todo lo contrario que combustibles fósiles como el petróleo, el gas o el carbón. Además, el ciclo de consumo de la madera es mucho más corto que el de otras fuentes de energía, favoreciendo los circuitos de proximidad, la economía local y una considerable reducción de la huella ecológica derivada de su transporte. La madera es el único combustible con un balance neutro de emisiones de CO2. El hecho de quemarlos no hace que se emita más CO2, ya que un árbol muerto que se descompone naturalmente en el bosque, emite la misma cantidad de dióxido de carbono que si se quema. El ejemplo perfecto del ciclo de la naturaleza. A lo largo de su vida, los árboles capturan el dióxido de carbono, compensando en gran medida las emisiones producidas durante la combustión de una ínfima parte de ellos que, en su mayoría hoy día, son provenientes de bosques específicamente creados para obtener la leña, haciéndolo de forma cíclica y programada para evitar la tala ilegal de árboles para estos fines, o bien de labores de poda y mantenimiento de los bosques.

Larga vida al hierro fundido

Por último, también es importante destacar las muchas vidas y la durabilidad del hierro fundido de alta calidad de nuestras estufas y chimeneas: elegimos este material dada su extraordinaria resistencia al calor y al óxido y, gracias a su construcción sin puntos de soldadura, el hierro fundido previene el desgaste de componentes que se degradarían si se fabricaran con otros materiales, pudiendo conservarse en perfecto estado de generación en generación con el mantenimiento adecuado. Además, su gran ventaja es que cualquier sobrante de hierro fundido también es reaprovechado, tanto en nuestra propia fundición como en otras metalúrgicas, dándole una segunda vida a este valioso mineral. Si ya cuentas con uno de nuestros productos desde haces mucho, dada la evolución de los estándares medioambientales y los avances tecnológicos, te recomendamos ir pensando en renovarlo. Sea por la sostenibilidad del planeta, que por tu propio bienestar.