Tres son los materiales más habituales en los que Hergóm fabrica sus productos: chapa de acero, hierro fundido y piedra soapstone (o esteatita).

La chapa de acero es el más sencillo y con menos ventajas, además del más barato, por lo que lo emplea en muy pocas ocasiones. El hierro fundido es el más conocido y el más habitual en estufas de leña, en especial porque Hergóm lleva más de cincuenta años trabajando en mejorar la calidad de este material, que permite además conseguir precisos detalles decorativos.

Sin embargo, es la piedra natural, o esteatita, la que se caracteriza por ser el material más duradero y el que genera el calor más prolongado. Se trata de una roca metamórfica, formada hace millones de años bajo presión y altas temperaturas. Este origen la ha habilitado para retener una gran cantidad de calor y, además, contrariamente a otras piedras, es capaz de soportar el fuego directamente de forma indefinida.

Hergóm es conocedor de estas especiales características y por ello emplea este tipo de piedra en varios modelos, uno de los más populares el Hearthstone. Su cámara de combustión es de piedra, que dura más que cualquier otro producto, así como la encimera, los laterales y la parte trasera. Su interior también es de este material, por lo que el calor que absorbe lo emite a la estancia durante largos periodos de tiempo. Es, además, un calor uniforme y confortable, no tan intenso y efímero como el del acero, lo que le convierte en el material idóneo para estancias con niños. Su estética es atractiva, por lo que es una característica positiva más a sumar para su uso.

La mayoría de las estufas de piedra que se fabrican combinan materiales para maximizar los beneficios de cada uno de ellos. Es, en el caso de Hergóm, lo que ocurre con la Hearthstone, que suma los beneficios del hierro fundido y de la piedra esteatita y añade, además, un atractivo diseño.